En la puerta del Sea Life me entero por uno de sus criadores que el octópodo creció en sus primeras semanas en los acuarios del de Benalmádena. Al final, quizá tras pasar por Inglaterra, acabó en el Sea Life de Oberhausen donde comenzó todo esto.
La ingeniosa idea para promocionar aquel centro con ayuda del certero cefalópodo malagueño lo ha convertido en enseña. Tiene su propia Wiki, y para esto de la previsión animal, dice que "personas entendidas en el tema consideran que el pulpo podría estar influenciado por sus cuidadores". Que al final, y ya puestos, esto de crecer en la Costa del Sol ha venido a ser determinante para la copa del mundo. Dicen que Fernando "el Santiaguiño", genio en las artes de la pesca, podría dar fe de su partida de nacimiento.
Buscando algo más certero encuentro que uno de los familiares de Paul, que aquí han dado en bautizar como Pepe, llevó a cabo la misma prueba en Benalmadena, eligiendo sin dudar los mismos colores. Por cierto, todo esto en presencia de los criadores del que acabó en Alemania. Cosas tiene el destino.
Si lo del origen de Pablito es cierto esperemos que a nadie se le ocurra tomarse en serio el tema y comenzar a estampar nombre y símbolo a espuertas, o acabar por nombrarlo hijo predilecto, o lo que es peor, poner una partida de pulpos en medio de alguna rotonda.
La ingeniosa idea para promocionar aquel centro con ayuda del certero cefalópodo malagueño lo ha convertido en enseña. Tiene su propia Wiki, y para esto de la previsión animal, dice que "personas entendidas en el tema consideran que el pulpo podría estar influenciado por sus cuidadores". Que al final, y ya puestos, esto de crecer en la Costa del Sol ha venido a ser determinante para la copa del mundo. Dicen que Fernando "el Santiaguiño", genio en las artes de la pesca, podría dar fe de su partida de nacimiento.
Buscando algo más certero encuentro que uno de los familiares de Paul, que aquí han dado en bautizar como Pepe, llevó a cabo la misma prueba en Benalmadena, eligiendo sin dudar los mismos colores. Por cierto, todo esto en presencia de los criadores del que acabó en Alemania. Cosas tiene el destino.
Si lo del origen de Pablito es cierto esperemos que a nadie se le ocurra tomarse en serio el tema y comenzar a estampar nombre y símbolo a espuertas, o acabar por nombrarlo hijo predilecto, o lo que es peor, poner una partida de pulpos en medio de alguna rotonda.
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